La semana pasada mi hija pequeña pintaba a nuestro lado mientras
transcurre la actividad en la iglesia, pedimos que ella no juegue pero puede
pintar sus cuadernillos o escribir en su cuaderno, pedir eso a una nena de 7 años con todas las pilas no es
sencillo, pero ella se sienta y pinta o
escribe no hay caso, por eso le pedimos que lleve siempre algo para hacer en su
mochila misionera, lápices de color sellitos stiquers en fin cosas, cuando
termino la actividad, viene junto a mi me dice ...
¿papa podrías regalar estos sellitos a mi amiga? si claro a cuál de ellas, hay una señorita de 15 años que se sienta con ella y
le ve pintando y queda prendida de ella,
seguramente al usar su sellito le gusto demasiado, y decidió regalar, personalmente lleve el sellito para dar, no es
sencillo deshacerse de algo que gusta, no es fácil sentir la necesidad del otro cuando lo tienes todo, me
ha pasado a mi dar mi champios nike (tenis), el que más me gusta a alguien que
necesitaba más que yo, o
mi zapatos favoritos dar a otro joven que necesitaba mas que yo, no es fácil dar, para los niños es más complicado porque son juguetes
que les gusta, ves como repiten lo que haces, mis hijas quedaron sorprendidas un
día cuando les
esperaba en el auto sin mis zapatos favoritos, mirándome porque papa, no sé si ellas realmente entienden
lo que hago, ha veces ni yo entiendo, me he quedado sin zapatos, sin embargo
mis viejitos me están sirviendo mucho los estoy sacando el jugo jejeje, estoy
satisfecho como ven mis hijas mi propio existir, creo como padres, obedecen por
cuanto les decimos si no cuanto nos ven haciendo, no son mas responsables por que le ordeno, sino porque yo soy responsable,
esto inicia conmigo, no son mejores ordenando sus juguetes porque les reto para
que ordenen, si no ven que yo lo estoy intentado aunque no me sale como a mama
pulcro y lindo, ellas serán el reflejo de lo que
hacemos día a día.
No nos cacemos de hacer el
bien, no nos cacemos de hacer lo que es
correcto delante de ellos, seamos ejemplo en todo, en las cosa más pequeñas esas se convertirán en grandezas, porque saben
que eso es hacer lo que es correcto, dar más sin recibir nada, pero la satisfacción es más que suficiente para aplacar
del querer solo para uno, romper las paradigmas del egoísmos de la vana gloria de nosotros
mismos, para que ellas puedan disfrutar de las bendiciones más grandes que
pasaran a su generación.
SHALOM
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