Una de las cosas que no quiero es visitar enfermos en los
hospitales del estado, pero no es lo que me gusta si no debo hacerlo no hay
caso, un domingo de tarde de siesta visitamos IPS con Noemí
mi esposa a una compañera de trabajo recién operada, me fui muchas veces, es un laberinto impresiónate,
es gigante pasillos, escaleras, asientos vacios, callejones lúgubres, luces parecen quejarse, camillas
camas estacionados pasillos que unen un
edificio a otro, escaleras paredes sucias por el tráfico de personas que van ensuciando,
ascensores en cada lado de edificio, así como una caja de sorpresas solo anhelo
no ver ningún paciente mientras subo o bajo, porque la penúltima ves me toco
subir con un paciente en coma, es increíble parece detenerse el tiempo , no sé cómo
explicar esa sensación que me impregna mis sentidos, vi a papa conectado en un
hospital, todavía me cuesta asimilar, quizá por eso no es mi favorito los
hospitales.
Subimos al piso 6, al llegar buscamos la sala, un pasillo
largo interminable totalmente vacío un silencio sepulcral dos enfermeras trabajando en silencio que no
se inmutan de nosotros en el lugar, por bien nuestros nuestra paciente salió un
día antes eso nos ayudo, y bueno decidimos bajar por las escaleras caminado, en
los pisos siguientes sin novedad también vacio pero el penúltimo piso lleno
total, mucha gente apiñados sentados no hay espacio en los asiento de espera, hay un letrero apenas visible
que dice maternidad, una larga caminata pasamos por electrolisis, por detrás de
quemados y emergencia, caminar lento por estos pasillos se me erizan la piel, gente
de todas las edades caminan por todos lugares me imagino sus pacientes amigos
hermanos o padres, es ver duro a los
parientes con una sola esperanza de ver a su ser querido recuperado en su
salud.
Al pasar por uno de esos pasillo en plena entrada esta la
capilla, vi a una persona de rodillas levantando sus manos al cielo rezando u orando
por alguien, quizá un hijo una esposa, lo debe necesitar o mejor dicho lo van a
necesitar mucho, no es sencillo estar allí, llevar recibos de aquí para allá, recibir medicamentos o una atención es una
cosa de locos, hay un lugar donde los familiares pueden estar, esperando a sus enfermos, están allí velando
una necesidad personal, muchos de ellos se conocen se ayudan entres sí.
La actitud de este hombre me lleno otra vez, buscamos de
una u otra forma el favor de Dios, el siempre esta allí somos nosotros quienes
nos alejamos de él, no me gusta los hospitales no me gusta, pero no es como yo
quiero, si no debo ir cuando tenga la oportunidad, hay gente olvidada esperando
a alguien que nunca llega, una oración una pequeña atención cambiaria su mundo,
hagamos algo por ellos no creen, Jesús dijo ... Estuve sin ropa, y ustedes
me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a
verme.” 37 Entonces los justos preguntarán: “Señor, ¿cuándo
te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te
dimos de beber? 38 ¿O
cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la
dimos? 39 ¿O
cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” 40 El Rey les contestará: “Les
aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes,
por mí mismo lo hicieron.”; quizá tengas
los mismo problemas que yo de ir a un hospital, pero no dejes de hacer cuando
tengas la oportunidad, Dios bendiga a todos aquellos que visitan a enfermos en
los hospitales.
SHALOM.
SHALOM.